Desmitificando el Suicidio

Artículo: Desmitificando el Suicidio. Autor: I. Muñoz

¿Por qué hablamos del Suicidio?: El papel de las redes en la prevención del Suicidio

El suicidio nos ahoga

En el panorama actual, hablar del suicidio se ha convertido en una necesidad apremiante. Concretamente, el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2021, recoge que en nuestro país se registró la muerte de 4.003 personas por suicidio. Estas cifras alarmantes subrayan la urgencia de abordar este tema de manera efectiva y compasiva. El silencio sólo perpetúa el problema, mientras que abrir el diálogo puede tener un impacto real al ofrecer apoyo y recursos a quienes lo necesitan desesperadamente.

Nuestro mundo se encuentra estrechamente ligado al mundo de las pantallas y las tecnologías, siendo estas una forma que se nos brinda para acercar el conocimiento, los recursos y el apoyo a las personas que pueden sufrir este tipo de problemáticas. Estos medios, incluso, pueden ser clave para la identificación de señales de advertencia, mostrándonos cambios de comportamiento de nuestros seres queridos en las redes sociales, por ejemplo. 

Sin embargo, estas redes sociales juegan una doble espada y no deben subestimarse. A medida que abrimos el diálogo sobre el suicidio, también debemos considerar cómo estas plataformas pueden perjudicar. La promoción del acto suicida o la normalización de este son conductas que pueden afectar y dañar a las personas, siendo especialmente vulnerables los adolescentes. También este medio pueden ser una fuente de acoso y ciberbullying, lo que puede aumentar el riesgo de suicidio en algunas personas.

Para contrarrestar estos riesgos, la educación sobre el uso responsable de las redes sociales es esencial. Las plataformas deben establecer políticas sólidas para eliminar contenido dañino y proporcionar recursos de ayuda. Además, se debe alentar a las personas a ser conscientes del impacto que ciertos contenidos pueden tener en su bienestar emocional y a buscar apoyo en línea y fuera de línea cuando sea necesario.

Factores que contribuyen al Suicidio: Una mirada holística

El suicidio es un tema complejo que se ve influido por múltiples factores de naturaleza psicológica, socioeconómica, cultural y biológica. Comprender estas causas es esencial para abordar el problema de manera integral y proporcionar el apoyo necesario a quienes enfrentan el riesgo de suicidio.

Factores Psicológicos:

Los trastornos emocionales, como la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar y la esquizofrenia, pueden aumentar la vulnerabilidad de una persona al suicidio. Estas condiciones pueden generar un dolor emocional intenso y una sensación abrumadora de desesperanza, llevando a la creencia errónea de que la muerte es la única salida.

Factores Sociales y Relacionales:

Conflictos en relaciones interpersonales, rupturas amorosas, problemas familiares y el aislamiento social son factores sociales que pueden influir en la salud mental de una persona y aumentar el riesgo de suicidio. Las conexiones sociales sólidas y relaciones saludables son fundamentales para el bienestar emocional, y la falta de éstas puede contribuir al deseo de escapar del sufrimiento.

Factores de Estrés y Trauma:

Las experiencias traumáticas, como el abuso sexual, la violencia, la pérdida de seres queridos o accidentes graves, pueden dejar secuelas psicológicas profundas. Quienes no han tenido la oportunidad de abordar y sanar estas experiencias dolorosas pueden sentir una carga emocional abrumadora que contribuye al deseo de escapar del sufrimiento.

Factores Socioeconómicos y Legales:

Problemas legales, financieros o relacionados con el trabajo pueden aumentar la carga emocional de una persona y llevar al sentimiento de desesperanza. La falta de recursos para enfrentar estos desafíos puede influir en la consideración del suicidio como una solución.

Factores de Desesperanza y Estigma:

Desesperanza

La desesperanza, la sensación de que no hay esperanza para el futuro, puede ser un factor determinante. La creencia de que las cosas nunca mejorarán y que el dolor nunca disminuirá puede llevar a la creencia errónea de que el suicidio es la única opción.

 

Factores Biológicos y Genéticos:

Algunas personas pueden tener una predisposición genética o biológica que las hace más vulnerables a los problemas de salud mental y, por ende, al suicidio. Desequilibrios químicos en el cerebro y antecedentes familiares de enfermedades mentales pueden influir en estas vulnerabilidades.

Acceso a Medios Letales:

Tener acceso fácil a medios letales, como armas de fuego o medicamentos, aumenta la posibilidad de que un impulso momentáneo pueda llevar a un acto irreversible.

Efecto Werther y Medios de Comunicación:

El «efecto Werther» es un fenómeno bien documentado en el que la exposición a relatos detallados o sensacionalistas de suicidios en los medios de comunicación puede influir en personas vulnerables, normalizando la idea y proporcionando un modelo a seguir. Es importante abordar este tema con sensibilidad y responsabilidad para prevenir la propagación del contagio.

Desterrando mitos: Entendiendo el Suicidio de una manera específica 

Es normal que el suicidio conlleve una carga de conceptos erróneos que, desafortunadamente, pueden obstaculizar nuestra comprensión y prevención efectiva. Es fundamental abordar estos mitos para fomentar una visión precisa y compasiva del suicidio.

Mito 1: Hablar del Suicidio incita a cometerlo

Este mito es falso. Hablar del suicidio de manera abierta y responsable no aumenta el riesgo de que alguien lo cometa. De hecho, abrir el diálogo puede proporcionar a las personas la oportunidad de expresar sus sentimientos, buscar apoyo y recibir ayuda a tiempo.

Mito 2: Quienes hablan del Suicidio no lo harán

Es una creencia peligrosa pensar que las personas que mencionan el suicidio solo buscan llamar la atención. En realidad, hablar sobre el suicidio podría ser una llamada de auxilio, una forma de expresar el sufrimiento emocional que están experimentando. Tomar en serio estas señales de advertencia es crucial.

Mito 3: Sólo afecta a personas con Trastornos Graves

El suicidio no discrimina según la gravedad de los trastornos mentales. Cualquier individuo, independientemente de su estado mental, puede enfrentar pensamientos suicidas. Es esencial comprender que las personas pueden estar lidiando internamente con un dolor profundo, independientemente de lo que muestren exteriormente.

Mito 4: El Suicidio es una decisión racional

Este mito simplifica en exceso un tema extremadamente complejo. El suicidio suele ser el resultado de una combinación de factores de riesgo, como problemas de salud mental, experiencias traumáticas y desesperanza. Intervenciones adecuadas pueden prevenirlo.

Mito 5: El Suicidio es un acto impulsivo

Aunque algunos suicidios pueden ser impulsivos, muchos son el resultado de un proceso de pensamiento prolongado. Las personas suelen experimentar una acumulación de dolor emocional y desesperanza a lo largo del tiempo antes de considerar el suicidio.

Mito 6: Personas exitosas y felices no se suicidan

El suicidio no discrimina en función del éxito, la felicidad aparente o el estatus económico. Las personas pueden estar luchando en silencio con problemas emocionales independientemente de cómo parezca su vida desde afuera.

Señales de advertencia del Suicidio: Reconociendo las señales de ayuda

En esta temática es crucial estar informado acerca de las señales de advertencia para poder intervenir a tiempo y brindar apoyo a quienes lo necesitan. Reconocer estas señales de advertencia es esencial, aunque no siempre indican un riesgo inminente de suicidio. Sin embargo, no debemos ignorarlas. Reconocer estas señales puede marcar la diferencia entre salvar una vida o pasar por alto una llamada de auxilio. Algunas de estas señales son:

  • Hablar sobre el suicidio o la muerte de manera abierta o indirecta. A veces, las personas pueden expresar sus pensamientos suicidas en palabras que parecen sutiles, pero no debemos ignorarlas. Cualquier mención de suicidio debe ser tomada en serio.
  • Expresar sentimientos de desesperanza, desesperación o falta de futuro. Las personas que están contemplando el suicidio a menudo sienten que no hay esperanza para el futuro y que su situación no mejorará.
  • Aislamiento social o retirada de actividades y relaciones previas. Si notamos que alguien que solía ser activo y social se está alejando repentinamente de las interacciones sociales, esto podría ser una señal de que algo no está bien.
  • Cambios drásticos en el comportamiento o el estado de ánimo. Los cambios drásticos en el apetito, el sueño, la irritabilidad o la ansiedad pueden ser indicativos de un sufrimiento emocional profundo. 
  • Preocupación por la muerte o la violencia. Fijación en temas relacionados con la muerte, la violencia o la autodestrucción puede ser un signo de que alguien está lidiando con pensamientos suicidas.
  • Abuso de sustancias o comportamientos de riesgo. Las personas en riesgo de suicidio a veces recurren al abuso de sustancias o a comportamientos arriesgados como una forma de lidiar con su dolor.
  • Regalar posesiones o hacer arreglos finales. Si alguien comienza a deshacerse de sus pertenencias o a hacer preparativos que parecen indicar un final, esto puede ser una señal de que están considerando el suicidio.

Para comprender mejor estas señales, a continuación tienes 3 testimonios de personas con riesgo: 

«He estado pensando mucho en la muerte. Últimamente es un tema que me persigue. Cada noche cuando me acuesto pienso que me gustaría dormir y nunca más levantarme. Mis problemas no tienen solución y yo solo siento que sufro y sufro. Quiero que esto se acabe, no quiero seguir sufriendo. Morir no me parece tan aterrador, esto desaparecería”

“Cada día es una batalla que sé que no puedo ganar… No importa cuánto intente cambiar las cosas, nada parece mejorar. Me despierto cada mañana con la sensación de que nada tiene sentido. El futuro no me da esperanzas. A veces, me pregunto si las personas estarían mejor sin mí.»

“Últimamente me noto que quiero pasar menos tiempo con mi familia y mis amigos. Antes estaba mucho rato con ellos, hacíamos todos los fines de semana cosas juntos, incluso me iba a comer con mis padres varias veces en la semana. Ahora solo quiero estar en mi casa y que nadie me moleste, me siento triste, nada me hace disfrutar como antes, nada me hace feliz.”

Cómo ayudar a alguien cercano con riesgo al Suicidio: Un enfoque de apoyo y cuidado

Apoyo

Cuando detectamos las señales de advertencia anteriormente descritas, es normal no saber qué podemos hacer por la persona que tiene tanto sufrimiento. Ante cualquier sospecha de que alguien cercano está en riesgo de suicidio, es esencial tomar medidas de inmediato y brindar el apoyo necesario: 

  • Escuchar y tomar en serio: Escuchar con empatía y sin juzgar es fundamental. Si alguien comparte sus sentimientos, es esencial prestar atención completa y expresar preocupación genuina.
  • Preguntar directamente: No temas abordar el tema directamente. Preguntas como «¿estás pensando en suicidarte?» pueden abrir una conversación importante y permitir que la persona comparta lo que está sintiendo.
  • Identificar factores de riesgo: Ayuda a la persona a identificar los factores subyacentes que podrían estar contribuyendo a sus pensamientos suicidas, como problemas de salud mental, abuso de sustancias o dificultades en relaciones.
  • Desarrollar un plan de seguridad: Colabora en la creación de un plan de seguridad que incluya estrategias para prevenir el suicidio y recursos de apoyo. Este plan puede brindar a la persona un sentido de control y opciones.
  • Acceso a atención profesional: Asegúrate de que la persona tenga acceso a atención médica y de salud mental adecuada y continua. Apóyale en la búsqueda de profesionales calificados.
  • Hacer un seguimiento: Mantén una comunicación regular para asegurarte de que la persona está recibiendo el apoyo necesario. Tu presencia constante puede marcar la diferencia.
  • Ofrecer apoyo y recursos: Expresa tu apoyo y anímale a hablar sobre sus sentimientos. Sugerir la búsqueda de ayuda profesional y ofrecer recursos puede ser un paso fundamental.
  • Mantén la calma: En situaciones intensas, mantener la calma es esencial. Tu serenidad puede transmitir seguridad a la persona en crisis.
  • Haz consciente el impacto: Compartir cómo su ausencia afectaría tu vida puede recordarles que no están solos y que su bienestar importa.
  • Contactar ayuda de emergencia: Si la persona está en peligro inmediato, ayúdala a alejarse de medios letales y busca ayuda profesional sin demora. Llamar a una línea de prevención o a servicios de emergencia puede ser vital.

Conclusión cruciales en la prevención del Suicidio: Un compromiso colectivo

La prevención del suicidio es un compromiso colectivo que requiere educación, acceso a atención médica y apoyo emocional. Existen muchos mitos a su alrededor que dañan la prevención de esta elevada problemática. El suicidio resulta de una interacción compleja de factores, que conlleva mucho sufrimiento y dolor de la persona, por lo que aquellos que están luchando contra pensamientos suicidas merecen empatía y apoyo. Para prevenir el suicidio de jóvenes y adultos es importante abrir diálogos sobre el suicidio, observar las señales de advertencia y buscar ayuda inmediata es vital. 

Si eres una persona que se ha sentido identificada con todo lo expuesto en este artículo o conoces a alguien que esté pasando por un proceso complejo como este, te recomendamos que busques ayuda de un profesional. Recuerda que aunque seas su amigo no puedes ser su psicólogo. No estás solo, puedes contáctanos para más información o saber cómo podemos ayudarte, en el 644679781 y en pocos clics aquí.

Apoyo

 

 

 

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