Título: Hoy hablamos de la motivación. ¿Qué es y Cómo nos influye la motivación?
¿Cuántas veces has dejado de hacer cosas porque no tenías ganas de hacerlo? ¿O porque no tenías motivación? ¿Cuánto crees que influye cómo te sientes en un determinado momento para hacer cosas importantes?
Es posible que la mayor parte de lo que hagas esté supeditado a tu estado emocional. Así, cuando te sientes triste, lo más seguro es que no te apetezca hacer nada. Y es normal, porque muchas veces la tristeza u otra emoción desagradable pueden llegar a paralizarnos.
Sin embargo, también influye cuánto de motivados/as nos sentimos en un determinado momento. En este artículo hablaremos y entenderemos la motivación y cómo funciona en nuestro día a día.
¿Qué es la motivación?
Seguramente tengas entendido que la motivación es algo que se tiene o no se tiene. Algo “interno” que explica por qué nos comportamos de determinadas maneras. Lo cierto es que es una concepción errónea.
La motivación es algo que se puede observar en el comportamiento nuestro o de los demás. Es decir, la inferimos a partir del empeño que una persona muestra cuando se comporta en una determinada situación. Y lo hace con unos objetivos específicos: conseguir algo positivo o evitar algo negativo.
Sin embargo, la motivación no explica nuestro comportamiento, sino que lo describe. No hago determinada actividad porque estoy motivado, sino que “estar motivado” describe mi comportamiento en ese momento, y la causa de ese comportamiento podría ser diferente para cada persona.
Qué influye en nuestra motivación
¿Qué es lo que hace que nos sintamos motivados/as a hacer algo? Por un lado, influye nuestro estado general actual, que puede modificar cuánto de motivante nos resulta algo.
Por ejemplo, si llevamos mucho tiempo caminando al sol y con calor, lo más probable es que nuestro cuerpo nos pida beber agua. Por tanto, estaríamos muy motivados/as para beber agua. Lo mismo pasaría si nos acabamos de beber una botella entera de agua de un trago. Seguramente después no nos apetezca ver ni un vaso de agua fresca.
Además, algo que también influye es el valor anticipado que tiene lo que queremos conseguir (ganar una carrera, escalar una montaña, aprobar el examen del coche, por ejemplo). Y este valor variará para cada persona. Unas veces este valor anticipado puede venir porque queremos evitar alguna consecuencia desagradable. Por ejemplo, en el caso del examen del coche, podemos estar motivados para no seguir dependiendo del transporte público muy lento.
Como vemos, la motivación describe nuestra manera de comportarnos. Nunca la explica. No es algo que “tenemos dentro”. Sino que depende de influencias externas e internas que facilitan su aparición o no. Por tanto, para poder motivarnos, podemos hacer cambios en nuestro entorno anticipando las consecuencias. Es decir, el primer paso es actuar. Sin depender de las ganas o nuestro estado de ánimo. Y decidimos actuar porque esperamos algo que valoramos. Así es como funciona la motivación.
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