¿Qué pasaría si fuera real el juego del Calamar?
La nueva producción de Netflix “El juego del calamar” está causando sensación en todo el mundo. Amada por muchos y criticada por otros pocos no está exenta de controversias. Pero, ¿Qué pasaría si fuera real el juego del Calamar? ¿Qué pasaría si llevásemos la trama de la serie fuera de la pantalla? ¿Y si esto ya hubiera pasado 1971?
La trama de la serie más puntera de Netflix es simple: hay 2 bandos, por un lado los supervivientes que compiten en una serie de juegos infantiles para ganar el premio. Por otro lado, las personas encargadas del orden y las normas de los juegos. Ambos bandos están formados por personas de la misma índole, personas con deudas o problemas económicos que están ahí para intentar solventar sus problemas.
No obstante, estas personas no están siendo obligadas a nada y pueden abandonar el juego cuando quieran. ¿Cómo es posible entonces que se den las situaciones que vemos en la serie? ¿Se asemejarían a la realidad?
El experimento de la cárcel de Stanford en 1971
La respuesta nos la da el psicólogo Philip Zimbardo y su experimento de la prisión. El 1971 Zimbardo reclutó a un grupo de universitarios que desempeñarían los roles de guardias y prisioneros en una prisión ficticia. Con esto el psicólogo estadounidense quería comprobar el poder que tenía el contexto en la conducta humana.
A los «guardias” se les dio porras y uniformes militares, que ellos mismos escogieron. También se les proporcionó gafas de espejo para impedir el contacto visual. A los “prisioneros” se les obligó a vestir solo batas y sandalias con tacones de goma, para contribuir a su incomodidad y se les asignaron números para no llamarlos por su nombre.
El experimento se descontroló rápidamente, los guardias se tornaron sádicos, llegando incluso a agredir a los «prisioneros» sin la supervisión del equipo investigador. Enfrentaron a los prisioneros unos con otros, los dividieron en grupos, separándolos en buenos y malos. Los “prisioneros” por su parte adoptaron su rol, y rápidamente manifestaron graves trastornos emocionales y de identidad.
Debido a esto, se decidió terminar con el experimento de manera inmediata la primera semana. El experimento recibió una gran cantidad de críticas por su falta de ética.
Pero a pesar de que el experimento resultara «fallido» ha aportado información relevante a la psicología. Y esto nos ayuda a resolver la cuestión que planteamos: ¿Qué pasaría si fuera real el juego del Calamar?
La Ética Situacional ¿Qué es?
Los resultados del experimento apoyan la teoría de la atribución disposicional. La toma de decisiones de las personas no son meramente individuales sino que tanto las decisiones, acciones y la moralidad tienen un contexto y éste a su vez tiene una gran influencia en los individuos.
Resulta casi imposible separar al individuo de su contexto y al contexto del individuo ya que ambos conceptos se retroalimentan. No existe individuo si no viene de una familia, tiene unos amigos, un trabajo, ha pasado por “X” situaciones, etc.
Por este motivo, el experimento de la Cárcel de Standford nos aporta información que apoya que el Juego del Calamar, si se diera en un contexto real, la situaciones podrían asemejarse a lo que refleja la serie. Es decir, se viviría en ese contexto con reglas diferentes, con presión grupal y conflicto de intereses que podría cambiar la moralidad de algunos individuos.
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