Artículo: ¿Celos o miedo a la infidelidad? Autora: Estefanía Olmedo
¿Qué son los celos?
Todos y todas a lo largo de nuestra vida en diferentes escenarios hemos podido escuchar frases como “Si tiene celos es porque te quiere”, “soy celoso porque te amo”, “preocúpate cuando deje de tener celos, porque quiere decir que ya no estoy enamorado o enamorada de ti”. Probablemente estas expresiones se relacionen con el ideal de amor romántico con el que hemos crecido, que justifica, iguala y valida los celos como una demostración de amor.
Sin embargo, los celos no expresan esa demostración de amor sino todo lo contrario, expresan percepción de amenaza de que alguien nos arrebatará a una persona querida. Para sentir dicha percepción debemos tener presente la presencia, no solo de nuestra pareja sino de un tercero del cual nos podamos sentir amenazados por sentirnos inferiores, o simplemente por el hecho de que la persona con la que estamos expresa muestras de afecto hacia esa persona.
Como se menciona anteriormente culturalmente el ideal de amor romántico implica relaciones para toda la vida donde todo es idílico, se podría decir como el primer día, y donde no existen ningún tipo de conflicto. Pero esta realidad en los últimos años se podría considerar más objetiva considerando que las relaciones pueden no ser para toda la vida, que el concepto de pertenencia sobre la otra persona ha cambiado, y que los sentimientos no son algo estático y por tanto habrá épocas más idílicas y épocas menos idílicas.
Las relaciones humanas, especialmente las románticas, son complejas y dinámicas. En ellas los celos pueden ocupar un papel bastante importante ya que pueden hacer que afecte significativamente a la dinámica de la pareja. ¿Cómo podríamos definir los celos? Los celos son una serie de conductas ante emociones y pensamientos que surgen ante la complacencia o percepción del miedo a la pérdida de una relación valiosa o persona querida. Esta percepción puede ser real o imaginaria y se asocia a la idea de que un tercero está interfiriendo o podría interferir en el vínculo afectivo existente.
Los contextos donde pueden manifestarse de diferentes maneras los celos son:
- Pensamientos intrusivos y obsesivos.
- Emociones como por ejemplo pueden ser ira, tristeza, vergüenza, miedo.
- Comportamientos de control como, por ejemplo: revisar el teléfono de tu pareja, preguntar a otros constantemente por tu pareja, espiar o verificar donde se encuentra en todo momento tu pareja…
¿Podríamos decir, con toda la información que tenemos hasta el momento, que los celos son algo negativo?
Absolutamente no. Los celos son indicadores de que algo no está yendo correctamente, son sentimientos, pensamientos, conductas que se manifiestan en las personas. Estas manifestaciones son una señal de alarma que nos informa de la existencia de un peligro que bien puede ser real o imaginado, unas manifestaciones que gestionadas de forma inapropiada pueden llegar a tener un impacto negativo en las relaciones sentimentales, como, por ejemplo:
- Deterioro de la comunicación: No expresar las propias necesidades y sentimientos de manera abierta y honesta puede generar mayor conflicto en la relación sentimental.
- Aumento de los conflictos: Posible aumento de discusiones o mayor intensidad en las mismas.
- Erosión de la confianza: La confianza es la base de la relación y es fácil ver como se fractura influenciada por la sospecha, decepción, falta de comunicación…
- Aislamiento social: Deterioro en las relaciones sociales.
- Violencia emocional o física en casos extremos.
Por tanto, no son los celos los que pueden llegar a ser negativos sino la forma que tenemos de relacionarnos con esos sentimientos y pensamientos. Este sufrimiento, como hemos visto pueden manifestarse de diferentes maneras, afectando a las personas en diferentes ámbitos de la vida, por tanto, comprender sus causas profundas es fundamental para intervenir de forma eficaz y prevenir todas las consecuencias negativas que pueden aportar a nuestra vida. Algunos de los factores que pueden contribuir al desarrollo de los celos son:
Factores personales:
- Inseguridad y baja autoestima: La falta de confianza en nosotros mismos y la percepción de ser “insuficientes” pueden hacer que la persona se sienta vulnerable ante la posibilidad de ser ocupada por alguien mejor.
- Experiencias vividas: haber sido protagonista de infidelidades o traiciones en el pasado puede generar un sentimiento profundo en el que la historia se repite, intensificando los celos ante cualquier indicio de agrado.
- Apego ansioso: Un estilo de apego que se caracteriza por una ansiedad excesiva de solicitación y aprobación, lo que puede llevar a la persona a ser controladora, intensificando la mirada ante cualquier interacción social entre otras.
- Personalidad: Ciertos rasgos de personalidad, como la tendencia al pensamiento catastrófico pueden aumentar la predisposición a experimentar circunstancias intensas.
Factores de relación:
- Mala comunicación: Caracterizada generalmente por la falta de claridad, honestidad y expresión abierta de los sentimientos, puede generar mala voluntad, decepción, inseguridad y retroalimentación de los celos.
- Problemas de relación: La existencia de conflictos pasados, secretos o infidelidades anteriores pueden fracturar la relación, creando un terreno fértil para el desarrollo de los celos.
- Falsa intimidación: La ausencia de intimidación emocional o física puede generar sentimientos de vacío y/abandono, haciendo que la persona se sienta insegura y busque señales de infidelidad para justificar sus emociones.
- Relaciones no saludables: las dinámicas de poder desiguales, el control excesivo o la dependencia emocional pueden crear un ambiente tóxico donde los celos se intensifican y normalizan.
Factores sociales:
- Normas culturales de género: En algunas culturas, existen expectativas rígidas con respecto a los roles y poses de género, lo que puede intensificar las escenas y las poses, especialmente en las mujeres.
- Idealización del amor romántico: la exposición a representaciones idealizadas del amor en los medios de comunicación y la cultura popular pueden generar expectativas poco realizas y una visión distorsionada de las relaciones alimentando los celos y la comparación con otros pares.
- Exposición a infidelidades: Probar o conocer historias de infidelidades en tu entorno social o familiar pueden aumentar tu probabilidad de vivir repetidamente la misma situación.
¿Los celos son lo mismo al miedo al engaño?
Una vez expuesta toda esta información nos cabe preguntar si los celos y el miedo al engaño pueden encontrar algún tipo de relación en las relaciones románticas. Explorando dicha conexión podríamos decir que ambas comparten una causa común: la inseguridad y el miedo a la pérdida.
- Respecto a la inseguridad tanto el miedo al engaño como los celos se alimentan de la falta de confianza en uno mismo y la percepción de considerarnos insuficientes para los demás. Estas inseguridades, como mencionábamos anteriormente pueden estar relacionadas con experiencias personales o relacionales.
- En cuanto al miedo a la pérdida, tanto este como los celos se basan en el terror de anticiparse a perder algo valioso como puede ser el amor, la relación, la seguridad emocional…
Cuando hablamos de miedo a la perdida y celos se podría concluir que se comparten pensamientos intrusivos, emociones y conductas de control. Ambos interactúan manifestándose en un circulo vicioso en nuestras vidas que puede dar lugar a futuras retroalimentaciones de conductas inapropiadas que pueden dañar las relaciones sentimentales.
Es normal, sobre todo si nos anteceden experiencias negativas al respecto tener estos pensamientos y sentimientos en diferentes ocasiones en nuestra vida, pero como anticipábamos anteriormente lo fundamental es tener estrategias de afrontamiento para intentar romper lo que podría llegar a ser un ciclo dañino para nuestro bienestar y relación sentimental. Romper este ciclo abordando las raíces de la inseguridad y el dolor es fundamental; esto se puede hacer a través de:
- Terapia individual o de pareja: Un psicólogo puede ayudarnos a comprender nuestras emociones, a identificar patrones de conducta dañinos y/o negativos y a desarrollar estrategias de afrontamiento saludables.
- Comunicación abierta y honesta: Es fundamental tener una comunicación con tu pareja sobre tus sentimientos e inquietudes, de la manera más honesta posible, sin culpas ni juicios.
- Fortalecimiento de autoestima: Trabajar para mejorar tu imagen personal y aumentar tu confianza puede ayudarte a sentirte más seguro o segura en las relaciones.
- Establecer límites claros: Definir qué comportamientos son aceptables y qué comportamientos son inaceptables en la relación puede ayudar a prevenir conceptos erróneos y posibles conflictos.
- Búsqueda de apoyo social: Una red de apoyo y de confianza que pueda generar apoyo emocional puede generar cierta seguridad en cualquier ámbito de la vida.
CONCLUSIONES
Los celos y el miedo a la pérdida son emociones muy comunes que nos pueden acompañar a lo largo de la vida en las diferentes circunstancias, pero no tienen por qué controlar tu vida o definir el estado de una relación sentimental y/o afectiva. Como se mencionaba al inicio del artículo, los celos pueden ser señal de alarma de que algo no está yendo de la mejor manera, por ellos es importante saber cuándo romper el ciclo y darnos cuenta de que los pensamientos nos están enredando, generando malestar a largo plazo, aprendiendo a construir relaciones sanas y satisfactorias que no nos generen mayor sufrimiento.
Si sientes que los celos están interfiriendo en tu vida puedes pedir ayuda a un profesional para aprender técnicas y herramientas de afrontamiento adecuadas. Si necesitas que te ayudemos puedes ponerte en contacto con nosotros a través de nuestro correo info@psicoalmeria.com o a través de una llamada o mensaje a nuestro WhatsApp al 644 679 781 o haciendo CLICK AQUÍ.
Si quieres saber más puedes mirar nuestro artículo Qué Esperar tras Perdonar una Infidelidad.