Artículo: 8 Aspectos del Cancer. Autora: Psicóloga General Sanitaria Inma Muñoz
ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL CANCER
La psicología es fundamental en los procesos de cáncer, desempeñando un papel que va más allá de la esfera física de la enfermedad y ayuda a su enfrentamiento. La mente y las emociones de los pacientes son tan esenciales como los tratamientos médicos. Estos aspectos psicológicos son clave en la experiencia ante esta enfermedad devastadora, desde el diagnóstico inicial hasta la supervivencia a largo plazo.
Además, la psicología también puede ser útil para las familias de los pacientes, quienes sufren las consecuencias psicológicas por ser apoyo de una persona querida que está sufriendo. Por tanto, son personas que también necesitan ser cuidadas, sobre todo si van a ejercer un rol de cuidadores durante todo este proceso.
En este artículo vamos a ver los 8 aspectos más relevantes en estos cuidados psicológicos:
ESTRÉS Y ANSIEDAD
La incertidumbre sobre el futuro, la preocupación por el impacto en la calidad de vida, el miedo a la enfermedad y los tratamientos pueden generar niveles elevados de estrés y ansiedad. Estas emociones intensas se encuentran desde que la persona recibe el diagnóstico y persisten a lo largo del tratamiento y la recuperación.
Concretamente, el momento del diagnóstico puede ser un evento traumático para la persona, ya que la noticia de una enfermedad que puede resultar mortal genera temores, incertidumbre y preocupaciones sobre el futuro. A parte de esta amenaza a la vida, algunos de los tratamientos médicos son invasivos (como cirugías, quimioterapias o radioterapias), que pueden generar efectos secundarios físicos y emocionales, como náuseas, pérdida del cabello o falta de energía, que pueden desembocar en estrés y ansiedad.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
Es importante abordar este estrés y ansiedad ya que se ha comprobado que repercuten negativamente en la salud física, debilitando el sistema inmune, lo que dificulta la capacidad del cuerpo para combatir esta enfermedad y recuperarse del tratamiento. Además, este estrés y esta ansiedad pueden interferir en las energías de la persona para participar en su tratamiento, seguir recomendaciones médicas y tomar decisiones, por lo que se vuelve esencial abordarlas.
Desde la psicología, es esencial identificar y cambiar patrones de pensamiento negativo, desarrollar estrategias efectivas de afrontamiento, desarrollar técnicas como meditación, relajación o yoga para reducir el estrés, así como trabajar el apoyo social y emocional para expresar emociones y compartir experiencias.
DEPRESIÓN EN EL CANCER
La depresión es común en las personas con una enfermedad oncológica. Comparando con la ansiedad y el estrés, los síntomas depresivos se mantienen o aumentan al avanzar la enfermedad o en el postratamiento.
Hay muchos factores que ayudan a que se origine. Por ejemplo, la noticia del diagnóstico puede desencadenar una serie de emociones intensas e, incluso, traumáticas, como tristeza, miedo, preocupación por la muerte y desesperanza. Así pues, se comienza un proceso de incertidumbre sobre el pronóstico que conlleva preocupaciones sobre el futuro. Además, el tratamiento per se, produce estrés por los efectos secundarios de tratamientos y medicamentos, siendo incluso invasivos en algunos casos y provocando efectos secundarios en el día a día de la persona, la cual se puede sentir más débil, limitarle en sus actividades diarias por el dolor, aislarla socialmente y empeorar la calidad de vida.
Podemos ver reflejadas estas consecuencias en que la persona tiene una tristeza persistente, pierde el interés en actividades placenteras, tiene fatiga extrema y cambios en el apetito o el sueño.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
Es importante abordar la depresión debido a que puede tener un impacto profundo en la calidad de vida del paciente y sus familiares, la capacidad para manejar los síntomas físicos de la enfermedad y la capacidad de recuperación. Como la ansiedad, afecta al sistema inmunológico, lo que puede afectar la capacidad del cuerpo para combatir la enfermedad. Se ha demostrando que un afrontamiento depresivo de la enfermedad se relaciona con un menor tiempo de supervivencia, alarga el tiempo de hospitalización, empeora la adherencia terapéutica y disminuye la calidad de vida. Además, la depresión puede aumentar el riesgo de suicidio en pacientes con cáncer.
Desde la psicología, el abordaje de los patrones de pensamiento que mantienen la depresión, ayudando a identificarlos y cambiarlos, así como la búsqueda de estrategias de afrontamiento saludables, son esenciales para la recuperación. Además, es muy importante trabajar el apoyo social, el cual ayuda a la recuperación emocional, aliviando el sufrimiento y mejorando la capacidad de enfrentarse y responder al proceso vivido.
AFRONTAMIENTO PARA EL CANCER
La forma en la que afrontamos este proceso puede ser un aspecto crítico ya que influye directamente al enfrentamiento y la adaptación de la persona a la enfermedad. Cada persona reacciona de una manera diferente ante las adversidades, por lo que existe una amplia gama de respuestas emocionales y cognitivas en la que las personas se enfrentan a estos desafíos. Podemos adaptarnos desde la manera más saludable hasta el extremo de usar técnicas de afrontamiento poco saludables como consumir alcohol en exceso o aislarnos de los demás, las cuales aumentan el estrés y dificultan la adaptación.
La percepción de la gravedad de la enfermedad, el impacto de los tratamientos, la experiencia de los efectos secundarios, las creencias personales, el apoyo social y la historia de vida son algunos de los factores que influyen en cómo las personas enfrentan el cáncer. Por supuesto, otros factores como la personalidad del paciente, su historia de vida o la percepción de la enfermedad son esenciales para las estrategias de afrontamiento.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
La forma de enfrentarnos repercute directamente en la calidad de vida y el bienestar emocional, por lo que buscar un afrontamiento efectivo puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, mejorando la toma de decisiones relacionadas con el tratamiento, fomentando una actitud más positiva hacia la enfermedad y capacitándolos a enfrentar los desafíos asociados con ella.
Desde la psicología, se trabaja en este ámbito buscando las estrategias de afrontamiento saludables de las que dispone la persona. Estas incluyen técnicas de relajación, meditación, ejercicio físico y apoyo emocional, entre otras. También es útil trabajar identificando y cambiando los patrones de pensamiento negativo que pueden contribuir al estrés y ansiedad, para mejorar ese afrontamiento. Puede llevarse a cabo tanto en terapia individual como en terapias en grupo, donde el compartir experiencias puede ayudar a aprender otras formas de desafiar el problema.
APOYO SOCIAL PARA EL CANCER
Como ya hemos mencionado, el apoyo social es fundamental en el bienestar emocional de la persona que sufre una enfermedad oncológica. La falta de apoyo o el aislamiento pueden aumentar el riesgo de otros problemas psicológicos.
Este apoyo puede provenir de cualquier persona que brinde un sostén emocional y práctico a los pacientes, por lo que pueden aportarlo amigos, familiares, colegas, grupos de apoyo de pacientes o profesionales de la salud, entre otros. Sentirse respaldado y comprendido mitiga la soledad y la ansiedad relacionada con la enfermedad.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
El apoyo social puede ayudar a los pacientes a manejar el estrés, la ansiedad y otros trastornos emocionales que pueden surgir durante el proceso de la enfermedad, así como mejorar la autoestima, influir en la adherencia al tratamiento y en la recuperación del paciente, por lo que es importante mejorarlo.
Los psicólogos pueden ayudar a estas personas a identificar y fortalecer sus redes de apoyo existentes, así como mejorar sus habilidades de comunicación y resolución de conflictos. Siempre se aconseja comunicarse abiertamente con sus seres queridos sobre sus necesidades y resolver problemáticas existentes entre ellos.
En muchas ocasiones, las familias y personas cercanas también necesitan un abordaje psicológico que mejore la cercanía y unidad familiar y fomente las relaciones de apoyo mutuo, así como los cuidados ofrecidos. Es importante trabajar con los cuidadores y familiares de los pacientes con cáncer, ya que ellos también pueden experimentar estrés y ansiedad durante el proceso de la enfermedad. Desde la psicología se puede brindar apoyo emocional y orientación a ellos, y ayudarles al manejo del estrés y la ansiedad.
TOMA DE DECISIONES
Los pacientes con cáncer a menudo tienen que enfrentarse a decisiones médicas importantes, como las opciones de tratamiento y los cuidados. El proceso de toma de decisiones en el cáncer es único para cada individuo y puede variar según la etapa de la enfermedad, la edad, la información disponible, las preferencias personales, los valores personales y las creencias culturales, entre otros.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
La importancia de abordar la toma de decisiones radica en que estas elecciones pueden tener un impacto significativo en la salud física, la calidad de vida y el bienestar emocional de los pacientes. La psicología puede ayudar a los pacientes a comprender sus opciones y sus implicaciones emocionales, evaluar los riesgos y beneficios para ayudar en la toma de decisiones de forma que estén alineadas con sus valores y metas personales.
CALIDAD DE VIDA
La calidad de vida es una preocupación central que abarca el bienestar emocional, físico, social y psicológico de los pacientes. Un buen estado de ánimo, una menor percepción del dolor, relaciones sociales sólidas y una sensación de control sobre la propia vida son componentes fundamentales de una buena calidad de vida.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
El cáncer puede afectar profundamente todos los aspectos de la vida de la persona, por lo que mejorar la calidad de vida puede mejorar la experiencia de la enfermedad, influyendo positivamente en la respuesta al tratamiento y la capacidad de afrontamiento. Para trabajar en una mejor calidad de vida hay que trabajar en aspectos emocionales, físicos y sociales.
Desde la psicología, trabajar en la capacidad de la persona para llevar una vida lo más normal y satisfactoria posible a pesar de la enfermedad, es el objetivo para mejorar su calidad de vida. Los aspectos mencionados con anterioridad; ansiedad, depresión y apoyo social; son esenciales para desarrollar una estrategias de afrontamiento saludables. Otros aspectos como el manejo del dolor, la fatiga, los cambios en la imagen corporal o la sexualidad o los efectos secundarios del tratamiento, también son importantes en esta percepción de la calidad de vida.
CUIDADO A LARGO PLAZO
Los cuidados a largo plazo en los procesos de cáncer son una parte esencial del enfoque integral para los pacientes que han superado la enfermedad. La importancia de estos cuidados radica en que el cáncer puede dejar secuelas físicas, emocionales y psicológicas que requieren atención continua y una planificación a largo plazo para garantizar la calidad de vida y el bienestar de la persona.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
Desde la psicología, podemos trabajar este aspecto ayudando a gestionar las preocupaciones relacionadas con el riesgo de recurrencia, contribuyendo a las revisiones médicas, buscando un estilo de vida saludable y trabajando la ansiedad y el miedo que genera volver a sufrir el proceso; adaptarse a los cambios de los efectos secundarios a largo plazo, como cambios en la imagen corporal, la sexualidad o la autoestima; así como continuar trabajando los aspectos de estrés, ansiedad y apoyo después del proceso.
APOYO PSICOLÓGICO
Ya hemos desarrollado a lo largo de este artículo muchas situaciones en las que el apoyo psicológico es clave para mejorar la experiencia de una persona con cáncer en el desarrollo de su enfermedad. Los profesionales de salud mental, los psicólogos y los trabajadores sociales pueden proporcionar un apoyo psicológico especializado a estas personas y sus familias.
En muchas ocasiones, este apoyo psicológico es fundamental ya que implica una atención integral, ya que la enfermedad no solo afecta el cuerpo y lo físico, sino que afecta al bienestar emocional y mental de los pacientes. Los miedos, la ansiedad, la incertidumbre y la tristeza son normales en estos procesos. Abordar estos aspectos emocionales y psicológicos puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y la recuperación de los pacientes. Las terapias son un espacio seguro donde los pacientes expresan sus preocupaciones, temores y desafíos emocionales.
Desde la psicología se ayuda a los pacientes a comprender y gestionar estas emociones, brindándoles herramientas para lidiar con el estrés y la depresión. Además, puede ayudar a mejorar la comunicación entre el paciente y el equipo médico o su red de apoyo, lo que facilita la toma de decisiones informadas y el seguimiento del tratamiento.
CONCLUSIONES
En resumen, la psicología desempeña un papel crucial en el manejo integral del cáncer, abordando los aspectos emocionales y psicológicos de la enfermedad. Estos aspectos son esenciales en el proceso de la enfermedad, ya que repercuten directamente en ella y pueden ayudar a la mejora de la persona en varios aspectos de su vida.
Es importante buscar ayuda profesional cuando sea necesario, tanto la persona que sufre este proceso como los familiares, ya que abordar los desafíos psicológicos asociados con esta enfermedad pueden suponer un duro reto para el cual no estamos preparados. Si te encuentras en un proceso así o tienes un familiar que lo sufre y necesitáis apoyo psicológico, no dudes en llamarnos al 644679781 o reservar cita en pocos clics aquí. Estamos aquí para escucharte y ayudarte.