Artículo: Tengo baja Autoestima ¿Qué puedo hacer?
Coloquialmente entendemos autoestima como la valoración que tenemos acerca de nosotros mismos, basándonos es nuestras propias experiencias vitales. Es decir, cómo nos hablamos, cómo hablamos de nosotros a los demás. Lo que sentimos sobre nuestro concepto, lo que sentimos cuando nos miramos al espejo… En definitiva, cómo nos comportamos acerca de la idea que tenemos de nosotros.
Es importante que sepamos que la autoestima describe, pero no explica. Se trata de una valoración global que realizamos. Cuando decimos “tengo alta o baja autoestima” se trata de una descripción que incluye todo lo que hacemos a diario, pensamientos, hechos concretos y circunstancias personales.
A lo largo de este artículo hablaremos sobre las áreas influidas por nuestra autoestima, qué factores influyen en ella y qué podemos hacer para mejorarla si lo necesitamos.
¿En qué áreas influye nuestra autoestima?
Podríamos decir que la autoestima esta presente en casi todas las áreas principales de nuestra vida:
- En nuestros estudios.
- Nuestro desempeño en el trabajo.
- En las relaciones interpersonales con otras personas.
- Nuestro rendimiento en el deporte…
En definitiva, tener autoestima alta o baja tiene una influencia de manera global en nuestra vida.
Factores que influyen en la Autoestima
Todo aquello que sentimos y pensamos acerca de nosotros mismos está influenciado por varios factores que comentamos a continuación:
El contexto
Nuestro entorno afecta a cómo nos sentimos y pensamos. Hace que nos veamos y sintamos de una determinada manera. Esto ocurre cuando los demás nos valoran y nos mandan mensajes sobre nosotros, si estos mensajes son críticas destructivas o nos desprecian o humillan de determinada manera, nos influirá negativamente.
Es decir, nuestro contexto, en general, se caracteriza por la presencia de experiencias negativas y la ausencia de positivas. De manera que nosotros incorporamos todo esto y nos decimos cosas similares. En muchas ocasiones, nos hablamos a nosotros mismos como nuestro entorno nos trata.
Por ejemplo, imaginemos unos padres que sólo se centran en los fracasos de sus hijos y nunca señalan ni valoran sus éxitos. Esos hijos muy probablemente crecerán pensando que siempre se equivocan y que no hacen nada bien, con sentimientos relacionados.
Nuestros pensamientos
Todos estos pensamientos comentados en el punto anterior, están relacionados con nuestra valía y afectan a nuestra autoestima. Nos fustigamos maximizando nuestros fracasos y minimizando nuestros éxitos. Sobre-generalizamos juicios hacia nosotros mismos y nos atribuimos los fracasos, pero no los éxitos, entre otras cosas.
Nuestra conducta
Lo que hacemos también influye. Pensemos, por ejemplo, que no nos gustan nuestras piernas porque son muy grandes. Es muy probable que dejemos de ir a la playa por ello y nos perdamos pasar una buena tarde. O cuando siempre estamos comprobando nuestra valía preguntando a los demás si hacemos algo bien o mal, no confiando en nosotros mismos.
Al final, lo que hacemos es no exponernos a esa ansiedad o inseguridad que ciertos eventos o cosas nos generan, provocando que a largo plazo se mantengan e incluso empeoren.
Entonces, ¿Qué podemos hacer para mejorar la autoestima?
Si nuestra autoestima está afectando a nuestra vida de manera negativa, podemos hacer algunas cosas para mejorarla:
Mejorar nuestra comunicación con los demás
Esto tiene que ver con lo que hablábamos de nuestro contexto. Si, por ejemplo, tenemos un profesor o una persona cercana que sólo nos señala nuestros errores pero nunca los aspectos positivos de nuestras tareas, lo que podemos hacer es hablar con él o ella para decirle que también nos diga aquello que hacemos bien. Con esto conseguiremos notar que los demás también valoran nuestros éxitos. Como consecuencia, nuestra autoestima irá mejorando poco a poco. Igualmente podemos intentar ser objetivos y valorar lo que sí hacemos bien, y poner límites de manera asertiva en nuestro entorno, no permitiendo que nos traten mal.
Cambiar nuestro lenguaje mejorará la autoestima
Es muy común que estemos constantemente justificando nuestras acciones por inseguridad o para no sentirnos criticados por los demás. Aquí lo recomendable es abandonar esta estrategia y simplemente hacer las cosas como las hacemos, exponiéndonos poco a poco a esa ansiedad que nos generen las valoraciones de otras personas.
Pasar a la acción de las cosas que son valiosas para nosotros sin limitarnos por el qué dirán, aumentando progresivamente nuestra confianza en nosotros mismos. Así, a largo plazo, esa ansiedad disminuirá y nuestra autoestima se verá cada vez más reforzada.
Cambiar lo que hacemos
Podemos hacer una lista de todo aquello que hemos dejado de hacer por “tener autoestima baja”. Con ello podremos ir jerarquizando de actividades más fáciles a más difíciles, para ir poco a poco afrontándolas y que cada vez nos resulten más fáciles.
Por otro lado, también somos parte del contexto de otras personas por lo que podemos comenzar a valorar todo aquello positivo de esas personas que nos importan. Es decir, valorar sus éxitos además de señalar sus fracasos.
Por último, también es importante que sepamos que la autoestima puede ir fluctuando dependiendo del momento. Por ello, no pasa nada si en algún momento tenemos autoestima baja. Esto sería un problema en caso de que nuestra autoestima limite mucho nuestra vida y afecte a varios aspectos de la misma.
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